Economía y Negocios

Alemania apuesta por el hidrógeno: el primer motor que podría revolucionar la movilidad

La industria automotriz está en constante evolución, especialmente ante la inminente prohibición de comercializar vehículos con emisiones para el año 2035. En este escenario, Alemania parece haber encontrado una alternativa al coche eléctrico: un motor impulsado por hidrógeno.

Bosch y Ligier Automotive lideran el cambio hacia el hidrógeno

Bosch Engineering, en colaboración con Ligier Automotive, ha desarrollado un motor de hidrógeno revolucionario. Este nuevo sistema, basado en el diseño de un motor de combustión interna, utiliza hidrógeno como combustible, eliminando por completo las emisiones de CO2 y generando únicamente vapor de agua y calor como subproductos.

Este motor es el resultado de casi una década de investigación y desarrollo, iniciado en 2015. Con un diseño que incluye un bloque biturbo 3.0 y una potencia de 563 CV, el motor está adaptado para coches deportivos, turismos y vehículos de carga pesada.

Actualmente, Bosch está probando combustibles como el Hydrotreated Vegetable Oil en España, un paso intermedio hacia su objetivo final: la producción y comercialización de hidrógeno verde.

Tecnología y sostenibilidad: el enfoque de Bosch

Además del motor, Bosch trabaja en un sistema que permite utilizar el hidrógeno directamente como energía motriz, sin necesidad de transformarlo en electricidad, lo que podría superar las actuales pilas de hidrógeno. Paralelamente, la empresa desarrolla técnicas más económicas para producir hidrógeno verde mediante electrólisis, apuntando a coches neutros en carbono y sostenibles.

Esta apuesta tecnológica podría posicionar al hidrógeno como el combustible del futuro, ofreciendo una alternativa viable a los coches eléctricos. Según Bosch, para 2030 todos los vehículos nuevos podrían funcionar con electricidad o hidrógeno, generando ventas estimadas en 5.000 millones de euros.

El desafío: infraestructura y adopción masiva

Aunque prometedor, el éxito del hidrógeno depende en gran medida del desarrollo de una red de estaciones de repostaje, algo que actualmente es limitado. En España, por ejemplo, sólo existen siete estaciones habilitadas para este combustible.

La apuesta de Alemania por el hidrógeno podría marcar un hito en la industria de la movilidad. Este avance tecnológico tiene el potencial de superar al coche eléctrico, siempre y cuando la infraestructura necesaria se desarrolle a tiempo para respaldar su adopción masiva.

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