La noticia de que Sergio “Checo” Pérez dejará Red Bull Racing tras cuatro años de colaboración ha sacudido no solo el mundo de la Fórmula 1, sino también el ámbito digital. Si bien es cierto que los resultados deportivos de Pérez no estuvieron a la altura en 2024 junto a Max Verstappen, su salida de la escudería implica una pérdida mucho mayor para Red Bull: la conexión con una base de seguidores leales, especialmente los mexicanos y latinos.
Desde el momento en que se confirmó su salida, las redes sociales de Red Bull fueron testigos de una de las reacciones más inmediatas y visibles que se recuerdan. En solo unas horas, la escudería perdió más de 120,000 seguidores en Instagram y X (antes Twitter). Para Red Bull, esta pérdida no es solo numérica; es un claro reflejo de cuánto significaba Checo Pérez no solo como piloto, sino como un embajador global que generaba un impacto más allá de los circuitos.
A lo largo de su carrera, Pérez ha sido reconocido no solo por sus habilidades al volante, sino también por su capacidad de atraer patrocinios y su conexión con un público masivo. Empresas de gran renombre respaldaron al piloto mexicano, y su presencia en el equipo de Red Bull ayudó a la escudería a expandir su alcance a mercados de gran potencial, particularmente en América Latina. Su salida no solo afecta la alineación deportiva de la escudería, sino también su presencia en un mercado clave para la Fórmula 1.
Lo más interesante de esta situación es cómo las redes sociales se convirtieron en un campo de batalla para los seguidores de Checo Pérez. Miles de fanáticos mexicanos expresaron su frustración de manera contundente, eliminando su apoyo a las cuentas de la escudería. Los mensajes de desprecio hacia Red Bull se multiplicaron, y muchos no dudaron en dar por finalizada su relación con la marca, mostrándose indignados por la manera en que se gestionó la salida del piloto tapatío.
Para Red Bull, la pérdida de seguidores es un claro indicativo de cuán importante era Checo Pérez para el equipo, no solo en términos deportivos, sino como figura de marca. La escudería, que está acostumbrada a contar con una base de seguidores sólida gracias a su dominio con Verstappen, ahora enfrenta el reto de recuperar el terreno perdido. Y aunque los números de seguidores se pueden recuperar, el vínculo emocional que Pérez tenía con su hinchada, particularmente en su país, es algo que no será fácil de restaurar.
Es inevitable que la salida de Checo Pérez marque un antes y un después para Red Bull, especialmente por el impacto que su presencia tuvo tanto en la pista como fuera de ella. A pesar de que la escudería sigue siendo uno de los equipos más fuertes de la Fórmula 1, es imposible no notar cómo la salida del piloto mexicano afecta su imagen y conexión con el público latinoamericano. Como bien se ha dicho, a veces lo que se pierde no es solo un piloto, sino también una parte de la identidad de un equipo.