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El enigma de los gatos naranjas: la ciencia desentraña su misterio

Por Laura G. Martínez

Los gatos naranjas, con su característico pelaje que ha inspirado personajes icónicos como Garfield, han intrigado tanto a amantes de los felinos como a científicos por décadas. Finalmente, un grupo de investigadores ha revelado la causa detrás de esta tonalidad y el motivo por el cual la mayoría de estos gatos son machos.

Un hallazgo genético sin precedentes

Dos equipos independientes publicaron sus estudios en bioRxiv, identificando un segmento ausente de ADN en el genoma de los gatos como responsable del color naranja. Esta deleción afecta una región que no codifica proteínas y está directamente relacionada con el gen Arhgap36. Este gen es clave, ya que las células de la piel de los gatos naranjas producen 13 veces más ARN de Arhgap36 que las de otros gatos, aumentando la síntesis de feomelanina, el pigmento rojizo que reemplaza a la eumelanina, responsable de los colores oscuros.

La investigación incluyó 188 gatos, de los cuales 145 eran naranjas. Todos compartían esta deleción genética específica de 5 kilobases. “Ha sido un misterio genético, un enigma por resolver”, comentó Greg Barsh, de la Universidad de Stanford, al respecto.

¿Por qué los machos son mayoría?

El secreto radica en el cromosoma X, donde se encuentra la variante del gen. Los gatos machos, al poseer solo un cromosoma X, manifiestan el color naranja en todo su pelaje si heredan esta mutación. En contraste, las hembras, con dos cromosomas X, presentan patrones más complejos debido a un proceso conocido como inactivación aleatoria del cromosoma X durante el desarrollo embrionario. Este fenómeno genera los distintivos patrones moteados de los gatos calicó y carey, donde el pelaje combina tonos naranjas y negros.

En casos raros donde ambos cromosomas X en una hembra portan la mutación, el resultado es una gata completamente naranja, similar a cualquier macho.

¿Qué más revela este descubrimiento?

El equipo de Hiroyuki Sasaki, de la Universidad de Kyushu, confirmó los hallazgos tras analizar genomas de gatos de Japón y otras regiones del mundo. Lo sorprendente es que Arhgap36 no estaba previamente asociado con la coloración del pelaje, sino con aspectos del desarrollo embrionario. Aunque mutaciones graves en este gen suelen ser letales, en este caso, la deleción solo afecta las células pigmentarias, permitiendo que los gatos naranjas prosperen.

Derribando mitos

Una creencia popular sugiere que los gatos naranjas son menos inteligentes que otros felinos. Sin embargo, estas ideas no tienen respaldo científico, según aclara el portal Science Alert. No hay evidencia de que la mutación afecte negativamente su salud o comportamiento.

Este descubrimiento es un paso más en la comprensión de la genética felina. Como concluye Leslie Lyons, genetista de la Universidad de Missouri: “Todo lo que necesitas saber sobre genética lo puedes aprender de tu gato”. Los gatos naranjas, con su vibrante color y su peculiar historia genética, seguirán fascinando tanto a científicos como a aficionados en todo el mundo.

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