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Hakuna Matata: La paz como prioridad de vida

Persona meditando al amanecer con las manos juntas, representando paz mental y emocional.
La serenidad del amanecer refleja el poder de la paz mental y emocional.

Por Jorge Eduardo Hach

En un mundo donde el tiempo parece escurrirse entre los dedos y las responsabilidades nos abruman desde el amanecer hasta el anochecer, alcanzar la paz mental, emocional y física se ha convertido en un lujo que pocos se permiten disfrutar. Pero, ¿qué tal si cambiamos la perspectiva? ¿Qué tal si dejamos de verla como un privilegio y empezamos a tratarla como una prioridad?

El término “Hakuna Matata,” que en suajili significa “no hay problema,” se hizo popular gracias a una película animada, pero su esencia tiene raíces profundas en la búsqueda de equilibrio y serenidad. Es un recordatorio de que podemos optar por simplificar, liberar cargas innecesarias y conectar con aquello que realmente importa: nuestra salud integral.

El primer paso para lograr esta armonía es aprender a manejar la mente. Enfrentamos un constante bombardeo de información, expectativas y preocupaciones que pueden convertir nuestra mente en un campo de batalla. Practicar la meditación, desconectarse de las redes sociales por un rato y enfocarse en el presente son pequeños gestos que pueden transformar la ansiedad en calma. La mente necesita silencio para escucharse a sí misma y encontrar soluciones desde un espacio más claro.

La paz emocional, por su parte, requiere abrazar lo que sentimos sin juzgarlo. Alegría, tristeza, enojo o miedo, todas son válidas. Lo importante es no quedarse atrapado en emociones negativas ni dejar que se acumulen sin procesarlas. Conversar con un ser querido, escribir o buscar apoyo profesional pueden ser herramientas efectivas para liberar y sanar. Recordemos que un corazón en paz late con más fuerza y claridad.

No podemos hablar de paz sin mencionar lo físico. Nuestro cuerpo es el vehículo que nos permite transitar por la vida. Alimentarnos de manera consciente, movernos regularmente y descansar adecuadamente son actos de amor propio. La falta de cuidado físico puede convertirse en un obstáculo para la tranquilidad mental y emocional.

Vivir con un enfoque de “Hakuna Matata” no significa ignorar los problemas o evadir responsabilidades. Se trata de enfrentarlos con serenidad, priorizando nuestra paz interior por encima de todo. Es entender que, a veces, la mejor manera de resolver un conflicto es abordarlo con una mente tranquila, un corazón en equilibrio y un cuerpo saludable.

En un mundo tan ruidoso, aprender a cuidar de nuestra paz es un acto de rebeldía. Es un recordatorio de que estamos aquí para disfrutar, aprender y crecer, no para vivir en constante estrés. Así que respiremos profundo, soltemos lo que no podemos controlar y recordemos que, al final del día, lo más importante es sentirnos bien con nosotros mismos.

Hakuna Matata: que no haya problema y, sobre todo, que haya paz.

Jorge Eduardo Hach es Gerente de Cedis en Grupo Urvet México e invitado en El Faro de México.

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