Starlink, la empresa de internet satelital fundada por Elon Musk y operada por SpaceX, recibió recientemente la autorización de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) de Estados Unidos para ofrecer su servicio de conectividad directamente a teléfonos móviles. En colaboración con T-Mobile, esta iniciativa marca un hito en el sector de telecomunicaciones, al permitir que las personas en zonas remotas o con cobertura limitada puedan acceder a internet y realizar llamadas desde sus dispositivos actuales.
La alianza con T-Mobile y su alcance
La FCC ha otorgado a Starlink permiso para que sus satélites de segunda generación (Gen2) se integren con la red de T-Mobile. Según el organismo, esta colaboración ofrecerá “numerosos beneficios, incluyendo acceso a servicios de emergencia en áreas sin cobertura terrestre, permitiendo llamadas y mensajes de texto al 911”.
Ben Longmier, director de ingeniería satelital en SpaceX, confirmó a través de la red social X (anteriormente Twitter) que el servicio beta para empleados en Estados Unidos estará operativo próximamente.
El principal atractivo de esta tecnología es que no requiere equipos adicionales: los teléfonos actuales podrán conectarse directamente a los satélites Starlink. Esto podría revolucionar la conectividad en lugares como zonas rurales, montañas, desiertos o durante emergencias que interrumpen las redes tradicionales.
Ejemplos prácticos de uso
Con este sistema, un excursionista en un área remota podría realizar una llamada de emergencia o enviar mensajes de texto incluso sin señal de red terrestre. Asimismo, en desastres naturales como huracanes o terremotos, donde las infraestructuras de telecomunicaciones suelen quedar dañadas, los usuarios podrán mantenerse conectados con servicios de emergencia o sus seres queridos.
Retos y desafíos técnicos
A pesar del entusiasmo, Starlink enfrenta importantes desafíos. La FCC aún no ha autorizado el incremento de la potencia de emisión de los satélites Gen2, un paso clave para habilitar funciones avanzadas como videollamadas en tiempo real. Esta limitación ha generado preocupación entre otras compañías de telecomunicaciones, que temen interferencias con sus redes terrestres si se permite aumentar la densidad de flujo de energía.
Jessica Rosenworcel, presidenta de la FCC, subrayó la necesidad de fomentar la cooperación entre operadores terrestres y satelitales. Según destacó, la FCC busca impulsar un “futuro de red única” que elimine las zonas muertas de conectividad y promueva la competencia en la economía espacial.
Cómo funciona el internet satelital de Starlink
El sistema de Starlink opera mediante una constelación de satélites en órbita baja, diseñados para ofrecer internet en casi cualquier parte del mundo. Estos satélites reciben señales de estaciones terrestres y las retransmiten a los usuarios a través de antenas receptoras.
Aunque tradicionalmente se requiere una antena especial para acceder al servicio, la colaboración con T-Mobile elimina esta barrera al permitir que los teléfonos móviles se conecten directamente a los satélites. Starlink promete velocidades de 50 a 250 Mbps y una baja latencia de 20 a 40 milisegundos, ideal para zonas rurales o de difícil acceso.
Implicaciones para el futuro
La entrada de Starlink en el mercado de la telefonía móvil podría transformar la forma en que entendemos la conectividad. Al garantizar acceso en lugares remotos y en situaciones críticas, esta tecnología no solo mejora la calidad de vida de millones de personas, sino que también redefine los estándares de las telecomunicaciones globales.
Con la expansión de servicios como este, el concepto de “zonas sin señal” podría convertirse en una cosa del pasado, marcando un avance significativo hacia un mundo más conectado.