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Confianza, Inclusión y Ciencia Abierta: Los Desafíos para la Ciencia en el Futuro Cercano

Foro Mundial de Ciencia 2024

En el marco del Foro Mundial de Ciencia 2024, celebrado en Budapest, se destacó la necesidad urgente de renovar la confianza en la ciencia, promover la inclusión y fortalecer la ciencia abierta como respuesta a los retos globales. Durante este encuentro, la comunidad científica se unió para discutir cómo estos principios pueden ayudar a transformar desafíos globales en oportunidades para el desarrollo sostenible y la paz.

En su conferencia inaugural, Gabriela Ramos, subdirectora general de Ciencias Sociales y Humanas de la UNESCO, subrayó la importancia de la ciencia como motor de cambio social. Señaló que la ciencia no debe limitarse a existir “por el bien de la ciencia” sino que debe influir directamente en las políticas públicas, combatiendo la pobreza, la desigualdad y la exclusión. La doctora Ramos resaltó cómo las políticas científicas pueden actuar como un puente para resolver problemas sociales urgentes, destacando que una ciencia enfocada en el bienestar de la humanidad puede ser clave para una transformación global.

Por su parte, Sudip Parikh, director de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS), reflexionó sobre la crisis de confianza que afecta a la ciencia. “La confianza se gana poco a poco y se pierde rápidamente”, afirmó Parikh, citando los altibajos de la percepción pública hacia la ciencia durante la pandemia de Covid-19. A pesar de que los niveles de confianza han mejorado desde entonces, el experto advirtió sobre la necesidad de mantener un esfuerzo constante para que la ciencia recupere su papel como pilar fundamental de la sociedad.

En este contexto, Peter Gluckman, presidente del Consejo Científico Internacional, reflexionó sobre el papel de la ciencia frente a las crisis globales. Destacó que, en una era de desinformación y desconfianza institucional, los científicos deben ser más humildes y transparentes, reconociendo que su trabajo debe ir más allá de la academia y ser un aliado clave en la resolución de problemas como la pobreza, la sostenibilidad y la paz. Gluckman enfatizó la importancia de mantener la cooperación internacional en tiempos de crisis, recordando que el sistema político multilateral actual se encuentra en una etapa de desorden, lo que complica aún más los esfuerzos colaborativos.

Uno de los grandes desafíos que se discutieron fue la pérdida de confianza pública en la ciencia, acentuada durante la pandemia. Aunque la ciencia logró avances sin precedentes, como el desarrollo rápido de vacunas, también contribuyó a una polarización y desinformación que dañaron la cohesión social. Según Gluckman, el problema no recae únicamente en la ciencia, sino en cómo interactúan la política y la ciencia, y cómo a veces los políticos usan la ciencia para justificar decisiones que no siempre responden a los mejores intereses públicos.

La lucha contra la desinformación fue otro tema central, abordado por Tamara Elzein, secretaria general del Consejo Nacional de Investigación Científica del Líbano. Elzein destacó el papel crucial de la educación y la alfabetización científica para contrarrestar las narrativas erróneas que circulan en la sociedad, asegurando que los ciudadanos puedan tomar decisiones informadas y basadas en evidencia.

En paralelo, Lidia Brito, subdirectora general de Ciencias Naturales de la UNESCO, subrayó la importancia de la ciencia abierta en la construcción de un futuro más inclusivo. Resaltó que la accesibilidad a la información científica y la participación de todas las voces, incluidas las de minorías y poblaciones históricamente marginadas, son esenciales para una ciencia más equitativa y transformadora. Según Brito, la ciencia debe priorizar el beneficio social y trabajar de manera conjunta con comunidades de todo el mundo para reducir las desigualdades y promover la paz.

En resumen, el Foro Mundial de Ciencia 2024 dejó en claro que los próximos años demandan un enfoque renovado y colaborativo para enfrentar los desafíos globales. La ciencia debe ser inclusiva, abierta y transparentemente orientada al bienestar común, superando barreras de confianza y abriendo nuevas posibilidades para la sociedad en su conjunto. Solo así, la ciencia podrá cumplir su papel como motor de progreso y cambio para un futuro más justo y sostenible.

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