La inversión destinada a la protección social alcanzará un máximo histórico en 2025, con un aumento acumulado del 50.9% en los últimos seis años, según datos recientes presentados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Este incremento marca un hito en las políticas sociales del país, situando el gasto per cápita en niveles nunca antes vistos.
Un presupuesto para todas las necesidades
Durante la presentación del informe anual sobre política presupuestaria, el titular de la SHCP, Rogelio Ramírez de la O, destacó que el presupuesto para programas sociales refleja el compromiso del gobierno con los sectores más vulnerables. “Estamos cubriendo todas las necesidades que enfrenta nuestra población en materia de protección social. Este incremento no solo responde a un mandato de justicia social, sino a la visión de construir un país más equitativo”, afirmó el funcionario.
De acuerdo con la SHCP, el gasto destinado a programas como pensiones para adultos mayores, becas estudiantiles y apoyos para el acceso a servicios de salud será uno de los principales motores de la inversión pública en el próximo ejercicio fiscal. Estas iniciativas, que buscan reducir las brechas de desigualdad, representan una parte significativa del presupuesto federal, con un enfoque particular en las zonas rurales y comunidades indígenas.
Crecimiento sostenido en seis años
Entre 2019 y 2025, el gasto en protección social registrará un crecimiento acumulado sin precedentes. Según los datos oficiales, este aumento del 50.9% se traduce en una mejora significativa en los niveles de apoyo directo a las familias mexicanas. Por ejemplo, el programa de Pensión Universal para el Bienestar, que atiende a más de 11 millones de adultos mayores, ha duplicado su presupuesto en este periodo, pasando de ser un apoyo complementario a convertirse en una fuente principal de ingresos para miles de hogares.
Otro aspecto destacado es el fortalecimiento de los programas educativos, como las becas “Jóvenes Construyendo el Futuro” y “Benito Juárez”, diseñadas para garantizar la continuidad de los estudios y fomentar la empleabilidad en el largo plazo. Estas acciones han sido señaladas como un pilar en la estrategia para enfrentar las desigualdades estructurales del país.
Desafíos y sostenibilidad a largo plazo
Aunque el aumento del gasto social ha sido celebrado por diversos sectores, expertos en finanzas públicas han señalado la importancia de garantizar su sostenibilidad a largo plazo. “Es fundamental equilibrar el incremento en el gasto social con un manejo responsable de la deuda y un fortalecimiento de los ingresos fiscales”, comentó Gabriela Fernández, analista de política económica.
Por su parte, Ramírez de la O aseguró que la política presupuestaria está alineada con los principios de sostenibilidad financiera, asegurando que el endeudamiento público se mantendrá dentro de los límites responsables y que se continuará trabajando en medidas para incrementar la recaudación fiscal.
En un entorno global de incertidumbre económica, México apuesta por la inversión social como motor de desarrollo. El incremento en la protección social no solo representa un logro significativo en términos de equidad, sino también un compromiso para mejorar las condiciones de vida de millones de mexicanos. El año 2025 se perfila como un punto de inflexión en la historia de las políticas sociales del país.