El sector inmobiliario vivió un año marcado por avances tecnológicos, sostenibilidad e inclusión, pese a retos como la inflación y las altas tasas de interés. Estas tendencias permitieron el auge de segmentos como data centers y hoteles, destacándose por la innovación en diseño y operación.
Tecnología como motor de cambio
La adopción tecnológica fue clave en el desarrollo del sector. Según un estudio de JLL, más del 80% de los actores del mercado planean incrementar su inversión en tecnología durante los próximos tres años, buscando optimizar el consumo de recursos, mejorar la gestión de residuos y tomar decisiones basadas en análisis de datos.
En el caso de los data centers, se ha priorizado infraestructura crítica que soporte el uso de inteligencia artificial, demandando diseños especializados. Espacios escalables y áreas seguras han sido esenciales para cubrir las necesidades de esta revolución digital.
Sostenibilidad y accesibilidad
El nearshoring ha impulsado la demanda de proyectos industriales adaptados a prácticas sustentables. A la par, el diseño universal y la accesibilidad ganaron relevancia, asegurando que los espacios sean inclusivos y seguros para todos.
Hotelería en auge
El sector hotelero también mostró dinamismo, con inversiones en experiencias únicas para los huéspedes. Entre 2024 y 2026, México contará con 10 nuevos hoteles y más de 3,300 habitaciones en destinos clave como Cancún, Riviera Maya y Los Cabos.
Perspectivas para el futuro
Con estas tendencias como base, se espera que el sector inmobiliario siga adaptándose a los cambios del mercado global, manteniendo un enfoque en innovación y sostenibilidad.