Cuando la sombra se convierte en política pública
Las olas de calor extremo ya no son cosa del futuro. En ciudades como Hermosillo, Torreón o Villahermosa, las temperaturas alcanzan niveles peligrosos, especialmente para adultos mayores, niños y personas sin acceso a aire acondicionado. Ante esta realidad, surgen los refugios climáticos urbanos: espacios habilitados por gobiernos locales para brindar sombra, agua, descanso y protección térmica.
¿Qué es un refugio climático?
Es un sitio público adaptado con infraestructura mínima para mitigar los efectos del calor. Puede ser una biblioteca, un centro comunitario o incluso un parque con sombra, donde se colocan ventiladores, puntos de hidratación, áreas de descanso y señalética preventiva.
- Ofrecen hidratación gratuita
- Cuentan con ventilación natural o mecánica
- Algunos incluyen atención médica básica
¿Dónde se están implementando?
Monterrey, Mérida y partes de la CDMX ya comenzaron a habilitar estos espacios en respuesta al aumento de golpes de calor reportados. Aunque aún son pocos, representan un paso hacia la adaptación climática desde lo urbano y lo social.
¿Y el impacto?
Los primeros resultados indican reducción de incidentes por insolación en zonas con refugios. Además, se promueve la participación comunitaria para identificar y cuidar estos puntos estratégicos.
Conclusión
En tiempos donde el sol se vuelve enemigo, tener sombra es un derecho. Los refugios climáticos son más que infraestructura: son una herramienta de justicia ambiental y supervivencia colectiva.