A 100 días de su llegada a la Secretaría de Cultura, Claudia Curiel de Icaza enfrenta un panorama complejo. Su administración inició con un llamado al diálogo con las comunidades artísticas, buscando sanar las tensiones heredadas del sexenio anterior. Sin embargo, la falta de un plan estructurado para revitalizar el sector cultural, sumado a un presupuesto ajustado, plantea serios retos para el futuro.
Diálogo abierto con la comunidad artística
Desde su primera semana en el cargo, Curiel priorizó encuentros con representantes de la comunidad artística y cultural. Estos espacios de diálogo han abordado temas sensibles como los recortes presupuestales, la disminución de apoyos a creadores y la centralización de proyectos emblemáticos. La secretaria ha insistido en que su prioridad es “reconstruir la confianza” y garantizar un trato más inclusivo hacia todos los sectores culturales.
Pese a los esfuerzos, varios artistas y gestores culturales han expresado escepticismo. “El diálogo es un buen inicio, pero necesitamos acciones concretas que garanticen un verdadero cambio”, afirmó Ana Robles, directora de un centro cultural independiente en Guadalajara.
Presupuesto y proyectos arrastrados
El presupuesto asignado para Cultura en 2025 sigue siendo motivo de preocupación. Aunque Curiel ha asegurado que buscará optimizar los recursos disponibles, los recortes acumulados durante años limitan el alcance de los programas. Proyectos emblemáticos como los Pilares culturales y las Becas Fonca aún luchan por recuperar su operatividad plena.
Además, la continuidad de iniciativas arrastradas de la administración pasada, como el Bosque de Chapultepec: Naturaleza y Cultura, ha generado opiniones divididas. Por un lado, se reconoce la importancia del proyecto; por otro, surgen cuestionamientos sobre su alto costo frente a otras necesidades del sector.
Falta de un plan integral
Uno de los puntos más señalados en estos 100 días es la ausencia de un plan integral para el desarrollo del sector cultural. Expertos y académicos coinciden en que la secretaria necesita presentar una hoja de ruta que incluya metas claras, estrategias de financiamiento y políticas de descentralización cultural.
“La cultura no puede depender solo de buenos deseos o iniciativas aisladas. Se necesita una estrategia nacional que abarque desde la educación artística hasta el fortalecimiento de espacios culturales en todo el país”, subrayó David Martínez, investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Desafíos a futuro
Claudia Curiel encara una misión titánica: recuperar la confianza de los creadores, optimizar recursos en un entorno económico adverso y construir una política cultural inclusiva y descentralizada. La comunidad artística espera que este inicio marcado por el diálogo se traduzca en acciones concretas que reactiven y fortalezcan el sector cultural.